7 Mitos totalmente equivocados sobre las soluciones salvaescaleras
¿Estás pensando en instalar una solución salvaescaleras en tu residencia o edificio?
Entonces, este artículo es lectura obligada.
Porque, entre la muchísima información que se comparte en internet sobre sillas salvaescaleras, plataformas salvaescaleras, ascensores de corto recorrido, etc…, es muy probable que encuentres toda una serie de mitos y falacias sobre estas útiles soluciones que te detraigan en tu decisión.
Una decisión que tiene el potencial de cambiar tu vida y la de tus seres queridos para mejor.
Para mucho mejor.
Por eso, hoy queremos derrocar 7 mitos totalmente equivocados sobre las soluciones salvaescaleras.
Esperamos que te permitan tomar una decisión mucho más informada y acertada.
Aquí los tienes.
7 Mitos equivocados sobre las soluciones salvaescaleras
Antes de derrocar esos mitos, permítenos aclarar qué es una solución salvaescaleras y por qué puede transformar tu vida.
Una solución salvaescaleras es un dispositivo que hace que las personas con movilidad reducida tengan acceso a todo tipo de edificios, viviendas particulares o comercios.
Las ventajas de instalar un salvaescaleras son incontables, desde muchísima más autonomía para personas mayores o con discapacidades diversas, hasta el aumento considerable del valor de mercado de la propiedad en la que se instalan.
Normalmente, las soluciones salvaescaleras no exigen grandes reformas, y pueden ser fácilmente integradas en la arquitectura de todo tipo de espacios, tanto interiores como exteriores.
Y ahora sí, ¡vamos a tumbar esos mitos!
Mito 1: Las soluciones salvaescaleras deprecían el valor de la vivienda
Todo lo contrario.
Instalar una solución salvaescaleras en las zonas comunitarias de un edificio es una inteligente inversión a largo plazo que le suma valor al precio del inmueble.
Piensa que las zonas comunes de los edificios de hoy, por ley tienen que ser accesibles para personas con movilidad reducida.
Es decir, es muy posible que en un momento u otro sea necesario instalar algún tipo de solución salvaescaleras en el rellano u en otras zonas comunes. Si los futuros propietarios no tienen que preocuparse de informarse, negociar, e instalar el modelo adecuado, ¡les estás haciendo un gran favor!
Y no te preocupes por el valor estético.
La mayoría de las soluciones salvaescaleras son plegables, se guardan discretamente, y son prácticamente imperceptibles.
Mito 2: Solo las personas de edad avanzada necesitan soluciones salvaescaleras
Ni mucho menos.
Sí, es cierto que muchos de los usuarios de nuestras soluciones salvaescaleras son personas de edad avanzada que han visto su movilidad drásticamente reducida con el paso del tiempo.
Pero, también son muchas las personas de otras edades quienes, o bien por lesiones temporales o por discapacidades de naturaleza permanente, se benefician del uso de una solución salvaescaleras tanto en su hogar como en las zonas comunes del entorno en el que viven y/o trabajan.
Mito 3: Las soluciones salvaescaleras solo se pueden instalar en tramos rectos
Una noción también equivocada.
Nuestras soluciones elevadoras son muy versátiles y altamente personalizables, y pueden instalarse tanto en tramos rectos, como en tramos curvos, en interiores y a la intemperie.
Por ejemplo, dos de nuestros modelos de sillas salvaescaleras han sido especialmente diseñados para ser instalados en espacios curvos:
Silla salvaescaleras CURVE
Ideal para instalar en una residencia privada, la silla CURVE es un sistema de elevación, diseñado y homologado sobre la base de la Directiva de Máquinas 2006/42 CE, que no exige ningún tipo de obras de instalación. Presenta un asiento abatible y acolchado comodísimo y reposabrazos y reposapiés plegables, mandos de pulsación en el reposabrazos y en la pared sin ningún tipo de cables que puedan estorbar.
La CURVE consume muy poca electricidad, la misma que consume un electrodoméstico común.
Silla Salvaescaleras V59
Especialmente diseñada para recorridos medianos o largos, la V59 es una silla salvaescaleras viene equipada con kit de rodillos y baterías extras para que todos los vecinos de una comunidad puedan usarla de manera intensiva.
Tiene capacidad para recorrer hasta 25 metros en espacios rectos y curvos, puede cargar hasta 130 Kg de peso, y presenta un asiento giratorio de cuero sintético, reposapiés plegables y dos reposabrazos.
Gracias a su sistema de amarre a barandilla y a peldaños mediante tacos expansibles la V59 no exige ningún tipo de obras de instalación y se adapta a todo tipo de espacios y escaleras, rectos o curvos, interiores o a la intemperie.
Mito 4: Las soluciones salvaescaleras son un estorbo para otros residentes
La mayoría de las soluciones salvaescaleras, si no todas, están específicamente diseñadas para ser discretamente plegadas.
Una vez dobladas, tanto en una residencia privada como en zonas comunes, las sillas o plataformas salvaescaleras dejan espacio más que suficiente para que otros usuarios puedan moverse con soltura por la zona.
Incluso cuando transportan a personas con movilidad reducida, siguen permitiendo el paso de otras personas a su alrededor.
Mito 5: Las sillas elevadoras se fijan siempre a la pared
Es cierto que plataformas salvaescaleras se fijan a la pared, para mayor seguridad de los usuarios.
Sin embargo, ni se requieren obras o cambios estructurales en el edificio, y pueden ser quitadas fácilmente cuando sea necesario.
Mito 6: Las soluciones salvaescaleras son muy costosas
No es cierto.
Las soluciones salvaescaleras son cada vez menos costosas.
Además, cada vez se ofrecen mayores ayudas y subsidios para cubrir el coste de la solución y su instalación.
Incluso los ascensores domésticos son mucho menos costosos que los ascensores convencionales, no solo por el obvio tamaño inferior, sino también por los reducidos requisitos de obra auxiliar y costes posteriores de conservación y mantenimiento.
Además, un ascensor de corto recorrido consume muy poca energía, entre 1,2 kW y 2,7 kW, un coste energético muy inferior a otros ascensores.
Mito 7: La solución salvaescaleras no funciona sin electricidad
El mito dice que si se produce un corte de luz el usuario que viaja en la escalera puede quedarse atascado.
Eso no es cierto.
Las soluciones salvaescaleras funcionan con batería.
La autonomía de esta batería suele depender del uso que se le dé antes de volver a cargarla, aunque normalmente suele rondar los 10 recorridos.
S se produce un corte de suministro eléctrico la silla seguirá funcionando temporalmente sin batería hasta trasladar a la persona a su destino o volver al punto de retorno.
Además, disponen también de un sistema de bajada de emergencia en caso de avería.
Así que ya ves, ¡no te creas todo lo que lees en Internet!
Si lo que buscas es información contrastada resultado de la experiencia de casi dos décadas, confía en Bidea.
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