Las escaleras no son para hacer ejercicio
Hay muchas razones por las que personas que podrían beneficiarse de un salvaescaleras evitan tener uno. Una de esas razones es la que sugiere que subir escaleras es el único ejercicio que hacen.
Es fácil entender lo que se quiere decir con ello. Que subir escaleras, aún siendo cansado e incómodo, por lo menos obliga a realizar cierto ejercicio físico al cabo del día. Instalar un salvaescaleras supondría renunciar al pequeño ejercicio y ceder un poco más al sedentarismo. Pero no tiene por qué ser así.
Para empezar, si hay un lugar en tu casa donde realmente no debes ejercitarte con movilidad limitada o reducida, es tu escalera. Un resbalón en algún otro lugar del hogar puede tener ciertas consecuencias, pero siempre serán mucho más peligrosas si suceden en las escaleras. Del mismo modo, que un esfuerzo físico excesivo subiendo escaleras resulte en un mareo o vahído, puede ser resultar muy peligroso.
Una mejor opción es utilizar un cómodo y seguro salvaescaleras y realizar el ejercicio físico lejos de las escaleras, en un lugar más adecuado.
Realizar ejercicios regulares durante toda la vida es muy importante y se obtienen muchos beneficios en muchas áreas, no sólo bienestar físico, también mejora tu estado de ánimo, alivia la depresión, el estrés, mejora tu autoestima…
La movilidad reducida no tiene por qué detener el ejercicio físico, es sólo cuestión de encontrar el ejercicio adecuado, tanto en términos de los beneficios para la salud cómo el disfrute del mismo. Es importante que disfrutes del ejercicio que elijas, ya que, si no lo tratas como una tarea. es más probable que lo sigas realizando con regularidad.
Pero recuerda, las escaleras nunca son un buen lugar, o un lugar seguro, para hacer ejercicio.